martes, 23 de abril de 2013

La rosa eterna

Tu amor me cubre…, no ha dejado de hacerlo

La fragancia, la esencia, el extracto de la rosa… sin espinas… abierta a la vida, desplegando su perfume, dando su amor…

Ella tiene sus espinas, más en su tallo, no en su botón de color, y esas espinas, nacidas del dolor, no han impedido fu fragancia…, su amor

Es la alquimia sagrada, la del amor más alto, la de la verdad de todo, no hay uno sin otro, no hay fuego sin leña, no hay fragancia que extasíe más que la de la transformación del dolor en amor, a través del corazón…

Al final, lo que se muestra, lo que se comparte, es el perfume…

Me cobijaste desde el principio y no has dejado de hacerlo…, así es el amor verdadero… pasa por las espinas y no se queda en ellas, sino que continúa su camino hasta abrir el botón más exquisito en colores y regalar su fragancia, su esencia, incondicionalmente

Así es el amor de la madre…, la rosa eterna

Gracias…. Infinitamente… gracias… por todo… no hay separación en el amor, siempre estás y estarás conmigo en mil formas y formando parte de mí misma

Con amor,

Maite

2 comentarios:

  1. Que bello poema,nacido del corazon amoroso de una hija, que ahora es gran madre y preciosa abuela. Te quiero mucho.

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  2. Gracias Sofía!, el amor de madre y abuela de una hija es reflejo y esencia del amor de su madre...
    Yo también te quiero mucho

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