Tu amor me cubre…, no ha dejado de hacerlo
La fragancia, la esencia, el extracto de la rosa… sin espinas… abierta a la vida, desplegando su perfume, dando su amor…
Ella tiene sus espinas, más en su tallo, no en su botón de color, y esas espinas, nacidas del dolor, no han impedido fu fragancia…, su amor
Es la alquimia sagrada, la del amor más alto, la de la verdad de todo, no hay uno sin otro, no hay fuego sin leña, no hay fragancia que extasíe más que la de la transformación del dolor en amor, a través del corazón…
Al final, lo que se muestra, lo que se comparte, es el perfume…
Me cobijaste desde el principio y no has dejado de hacerlo…, así es el amor verdadero… pasa por las espinas y no se queda en ellas, sino que continúa su camino hasta abrir el botón más exquisito en colores y regalar su fragancia, su esencia, incondicionalmente
Así es el amor de la madre…, la rosa eterna
Gracias…. Infinitamente… gracias… por todo… no hay separación en el amor, siempre estás y estarás conmigo en mil formas y formando parte de mí misma
Con amor,
Maite
Que bello poema,nacido del corazon amoroso de una hija, que ahora es gran madre y preciosa abuela. Te quiero mucho.
ResponderEliminarGracias Sofía!, el amor de madre y abuela de una hija es reflejo y esencia del amor de su madre...
ResponderEliminarYo también te quiero mucho