Tu empatía, la vulnerabilidad natural de un corazón abierto… pueden llevarte en muchas ocasiones a sentir sentimientos que no son tuyos propiamente, que no sabes cómo manejar, que se superponen a lo que eres y acaban confundiéndote, que te llevan al agotamiento, al “no puedo más”, olvidando tu verdadera naturaleza de amor infinito, de amor compasivo, de aquel amor que, lejos de la vulnerabilidad, lleva implícita la mayor de las fortalezas…, porque el amor todo lo puede, todo soporta, no en sus hombros ni a sus espaldas, sino a través de su corazón, del corazón unificado que no es un corazón humano, sino un divino corazón sagrado, el corazón del uno palpitando en tus entrañas, en las entrañas de la tierra, de cada ser vivo, de cada latir que mantiene la vida en todas partes, en el universo y más allá
En esta tierra, en este momento, en cada circunstancia, y más allá
Manténte íntegro en lo que eres, siente, pero recuerda siempre que aquello que sientes no necesariamente procede de tu propia naturaleza, sino de los pensamientos y sentimientos de otros a los que tú has decidido hacer uno contigo a través del amor compasivo…
Por ello, no te dejes llevar por tristezas, por enojos, por sentimientos amargos o extraños, pero no huyas tampoco de ellos, ya que, en tu sabiduría infinita y eterna de que todos somos uno y lo mismo, sabes que no es huir lo que necesitas, ni ahora ni nunca, sino traspasar, transformar, permitir…, sabiendo que, en la unidad infinita de lo que somos, nada queda sin un profundo y mágico sentido en esta vida, sino que cada sentimiento, cada palabra, cada respiración es compartida con el resto de vida
Aquello de aquellos que te rodean o incluso ni siquiera conoces, puede ser de utilidad para tu integración en un mundo cambiante y cambiando, en un mundo que prometió y cumple ser nuevo y rico, poderoso y único, abierto y mágico…, aunque algunos ojos no puedan verlo, aunque a veces ni siquiera puedas sentirlo, pero así es
Es la promesa de los tiempos, aquella que tu corazón conoce y recuerda, aquella que espera desde hace demasiado como para soltarla ahora…
No te rindas… nunca…, mantén la certeza en tu corazón por encima de todas las cosas, por encima de cada apariencia, asume lo que eres y respira en tu integridad, permitiendo que cada poro de tu piel, de tu corazón, de tu alma, cada célula se llene de lo que ahora es y antes no fue, y lleva ese potencial contigo, consciente…, de los tiempos, consciente de lo que eres y el poder que el amor que contienes implica…
No olvides nunca que el amor está por encima de todo
Y amor es lo que eres, y amor es lo que todos somos
Con amor,
Maite
Hola Maite
ResponderEliminarMuchisimas gracias!! haz escrito en unos renglones el sentir de muchos, en lo personal, un proceso que se me habia vuelto eterno, que me agotaba y paralizaba. Sin embargo rebuscaba dentro de mi la forma de traspasarlo, porque sé que no es mío, y que detrás de cada situación hay una lección de vida.
Gracias por recordarme que hay algo mas grande por venir, que mi corazón sabe y me dice aún en medio de la turbulencia. Maite Mi amor y mi gratitud siempre.
Gracias Miriam, a ti...
EliminarHola Maite
ResponderEliminarMuy bueno y cierto!! cuando te leo siento que es mucho mas fácil de lo que parece...Un Abrazo
Karla