Lo sagrado se revela cuando permites, consciente, que el alma dirija tu vida
Como la magia... que ocurre sólo si crees y vives el amor verdadero en cada respiración, y tienes la certeza de que cualquier cosa puede ocurrir si tu corazón lo sabe y tu alma lo anhela, porque la vida es un regalo sagrado y mágico, no una rutina concebida para adormecerte y encerrarte en acciones y elecciones que pretenden definirte
Si recordaras por unos instantes... quién eres... de dónde verdaderamente procedes... por qué estás aquí..., cuáles son los verdaderos valores de la vida, del alma..., cuál es el verdadero juego a jugar...
En un instante, en una millonésima fracción de segundo, todo tu mundo se desvanecería para dar paso al increíble mundo real del que procedes, al que perteneces, que existe más allá de la ilusión que puedas estar manteniendo de qué es lo verdaderamente importante en tu vida
No necesitarías más nada para llenarte ni para mantenerte en un estado de euforia, o para intentar suplantar la verdadera plenitud de un alma de Dios, un ser de luz, divinamente humano y humanamente divino, completo por el hecho de ser, más allá de la dualidad y sus juicios y conceptos, más allá de la mente humana que ha olvidado lo ilimitado e infinito de la mente verdadera que corresponde al ser, conectado de modo natural con la verdadera inteligencia, que supera cualquier limitación y hace posible lo imposible
Si recordaras lo más sagrado que te regala la vida... no dudarías en dejar todo y venerarlo, viviéndolo y entregándote en completo corazón a adorarlo, es decir, a hacerlo prioritario y único, recordando así al mundo, a través de tu vida y presencia, cuál es la verdad que han olvidado
No se si en algun momento tenga esos atisbos de mi memoria ancestral y este conciente de ello. Lo que si tengo claro es que aprovecho cada momento para compartir desde mi corazon lo que siento cada vez que nos reunimos en nuestra cita en Palenque y en el acto la invitacion al proximo. Gracias por tu paciencia, comprension y ejemplo. Te amamos.
ResponderEliminarGracias Sofía, y yo a ustedes
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