Vigila las puertas de tú corazón…
A veces, las bruscas corrientes de aire las cierran de un portazo
Manifestaciones externas de apenas segundos o menos, que tal vez ni llegas a apreciar, pueden reflejar miedos internos que probablemente desconoces, y que actúan como un automático “cierre centralizado de puertas”
Si vigilas, puedes ver, tal vez, resquicios de aquello que está por sanar…, y, sobre todo, asegurarte de que se abren de nuevo para así respirar vida y mantenerte en el umbral del amor, único e indivisible
Recuerda…, la separación no existe, es un engaño…, nunca estás solo y siempre eres, infinitamente…, eternamente, amado
Sé el vigilante consciente y constante…
El guardián del amor
Con amor,
Maite
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